Ignasi Bosch

La Revelación de Fausto

Esta vez no sé si relatarlo en forma de fábula o a modo de pregunta. Si tan sólo con palabras... con sonido o color... Seguro que cada una de esas formas tendrá su versión, a lo único que me limitaré es a soltar las riendas... capturar este instante. Aunque este instante sea fruto de instantes anteriores que mucho tienen que ver.
Empecemos por el principio... ¿qué esperanza de vida tienen las mentiras? dícese de la mentira: “contraria a la verdad”, entonces ocultar la verdad no sería mentira, pero ocultarla a expensas del engaño quizá esto sí lo convierta en mentira. Entonces, ¿cuánto tiempo puede ocultarse el engaño o la mentira? Teniendo suficiente sangre fría e ingenio supongo que eternamente. ¿Qué aporta ello? esa es la eterna pregunta, estoy seguro que al primero que engaña una mentira es al que la crea, pero hay veces que no se tiene más remedio que mentir ¿qué pasa cuando el dolor de la mentira es mucho menor que el dolor de la verdad? ¿es lícito entonces mentir? La verdad es en muchas ocasiones muy dolorosa, pero también es cierto que tarde o temprano habrá que afrontarla. Esconder la verdad sólo la hace más dolorosa. El problema está en que no todo el mundo está preparado para afrontarla o no todo el mundo quiere plantarle cara, las dichosas circunstancias. Habría que analizar una a una todas las mentiras ya que cada una es resultado de una cantidad inabastable de información y en muchas ocasiones es muy poco el tiempo para decidir o actuar, pero en todas ellas existen puntos en común.
Todos aquellos “Faustos” que se ven tentados por el aparente y atractivo poder se ven convertidos en esclavos del mismísimo “Mefistófeles” reencarnado en mentira y sufrimiento. Pero ¿quién no ha mentido alguna vez? todos hemos sido víctimas de la tentación ... de ver el espejismo de la posibilidad de un nuevo mundo. Y es una
descontrolada cadena donde para ocultar la mentira anterior hay que inventar otra más.

“Que el resto te vea como algo que no eres no te convierte en ello...“
Esta es una versión alternativa donde Fausto se convierte en víctima de otro Fausto... Margarita es aquí el Fausto protagonista, el Primer Fausto, como Eva lo fue en su momento.

Hablando en el nombre de “Fausto”:
“...tengo hambre y la manzana me salvará la vida .Ya afrontaré luego el mal que ésta me pueda causar...”
Cada uno tiene su propia realidad, la cual sólo cada uno conoce. A veces se intenta abarcar más de una realidad al mismo tiempo... es como una ciega ambición que causa una avaricia sin aparente maldad. No se pretende herir a nadie, tan sólo aprovechar cada oportunidad de conocer, cada oportunidad de ser. Y es cuando la tentación se presenta, y no estamos hablando de religión, no tiene nada que ver, aunque es posible que la religión se aprovechara de ese sentimiento para crear su propia metáfora del hecho. Se trata de la pura condición humana. Se tiende a desear lo que no se tiene y se querría tener... y el deseo crece proporcionalmente a lo inalcanzable que éste sea. Somos seres vulnerables, cúmulo de dudas que circulan por el tiempo. El sentimiento no sigue siempre a la razón. De cuentos maravillosos entre príncipes, princesas y dragones todos hemos oído hablar, pero seguramente no fuesen más que el refugio de “Faustos” pasados recreándose en lo que no pudo ser. Sin intención alguna de provocar sufrimiento el alma inquieta busca cobijo, busca respuestas o simplemente busca sin saber el qué ni dónde.

Respondiendo en nombre de cualquier “Valentín”:
“...duele vida... duele, y mi cordura llévate también... pues tal traición hiere tanto que prefiero no ser yo a sufrir el desespero de no haber podido darle a mi más querido ser mi amor...”
La traición... dura palabra. Cuando la fidelidad es violada... ¿existe algo más humillante y doloroso que aquella persona que posee nuestra absoluta confianza nos mienta nos engañe?
Imposible abrir los ojos de aquél que ya está cegado por la ambición... y más sin saberlo. Se defiende como un animal herido el cual sólo busca el refugio de aquél que le sepa entender aunque el que le sabe entender sólo sea otro Fausto hambriento que simula su comprensión y que incluso él mismo acaba por creer, cegado a su vez por el primer Fausto. Enredada trama de complicada solución... demasiados engaños... demasiado dolor. Compañero de batallas que se retira con lágrimas en los ojos dando un paso atrás y viendo cómo el rumbo se desborda y se convierte en alguien desconocido. Y se pregunta temeroso si todo lo bello que hasta entonces pasó, si todo eso fue ciertamente realidad o simplemente otro engaño...

La reflexión del dolor en boca de “Siebel”:
”...no puede existir dolor más cruel, dolor más intenso... la realidad se parte como se parte mi corazón.. No existe consuelo capaz, no existe suficiente  comprensión en mi ser para entender...¿por qué? y mil veces ¿por qué?”
El peor papel al que un ser humano puede llegar a encarnar. Traición de la otra mitad de su propio corazón. Puñalada de tu propia mano. Después de esto ¿qué más puede tener sentido? el mundo ha dado la vuelta, se ha vuelto más loco de lo que en un principio estaba o quizá ya lo estaba y sólo nos engañaba... engaño... maldito sea el infame ser que lo inventó, sencillamente no hay palabras ¿qué hacer? esto lo cambia todo. Nunca más seré lo que era, nunca más seré el que era. A partir de ahora cuando oiga mi nombre ni tan siquiera me giraré pues desde este mismo instante el que era dejo de ser, ya que otra persona en este momento acaba de nacer. “Hola te saludo mundo cruel ahora se como eres... lo que escondes... no dejaré que me sorprendas otra vez”.

Abogado del Diablo:
Cada vida es un mundo distinto... un universo diferente donde todo tiene distinto valor, distinto significado. Se dibuja un ser distinto sobre una base de siluetas  reescritas por la cultura y los predecesores en el tiempo. Pero sigue siendo una alma inquieta que sigue y persigue sus propios impulsos sin condición alguna. Existen cosas en las que la razón adquiere un papel secundario.
Muchas grandes hazañas y muchos corazones felices residen detrás de seres aventureros que desafiaron las pautas impuestas. También hay que tener en cuenta que cada ser es individual y que a pesar de compartir todo, como individuo sigue siendo singular y solitario del mundo. Los límites están donde uno mismo se los pone.

Voz de la Razón:
Como dicen: la libertad de uno termina donde empieza la del otro. Está bien velar por uno mismo pero no a expensas del dolor ajeno. En muchas ocasiones se sufre mintiendo y eso es un signo de arrepentimiento que ya nos desvela la esencia. Está bien luchar por lo que se desea... es digno, lícito y heroico y más cuando se tiene todo en contra pero siempre con la verdad por delante. Nadie es directamente responsable de lo que siente, es algo que nace de algún lugar desconocido al que nadie ha podido llegar jamás... uno es lo que uno siente... Esconderlo no arreglará nada. Siéntete orgulloso de lo que sientes y lucha por ello, no lo escondas, ni a ti ni a nadie. Eso causará dolor a los demás y a ti mismo... Y si no estás seguro de lo que sientes primero descúbrelo y después actúa en consecuencia, nunca al revés. No vayas dando palos de ciego para saber que es lo que te gusta y que es lo que no... porque no son palos lo que rompes... son trocitos de corazón.


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