Ignasi Bosch

Clasificar

¿Por qué ese afán de clasificar? ¿Por qué tiene todo que tener un orden?

Contaría mil historias aunque todas ellas inacabadas no por no saber el final. Quizá sencillamente porque no lo tengan... que pasa ¿entonces? ¿Dejan de ser historias?

Hay historias que sólo pueden ser contadas al oído, susurrando, historias que pierden todo su sentido si se pronuncian en voz alta. Hay incluso historias que ni susurradas pueden ser explicadas como deben. Hay miradas que son historias repletas de matices y ricas en contenido... el silencio

¿Por qué ese afán por empezar de nuevo? Esa inquietud de poner un punto y a parte ¿es impaciencia? ¿Es limitación?

¿Qué valdrá la pena en realidad...? Cambia a cada instante... ¿Cómo pretender o esperar que nada de lo que digo sea entendido? Eso ya no depende de mí.. sobrepasa mis posibilidades.
Trozos inconexos que forman un ser. A veces cuesta encontrar la gama, los matices... a veces parece todo blanco o negro, un mundo dual donde los dos polos abarcan todo el espacio... ¿qué otra manera existe de ver las cosas? Lo peor es que las dos tienen su razón de ser... las dos son perfectas.. Las dos son  verdades... las dos son reales.
Somos fruto de una unión entre todo lo precedente y el momento presente. Somos la consecuencia de lo pasado adaptado al ahora.


“(...)Llevadme, por piedad, adonde el vértigo
con la razón me arranque la memoria...
¡ Por piedad!... ¡ Tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas! “
G.A.Bécquer

“ Incapaz de vivir, de hablar con seres humanos.
Completo ensimismamiento,

un pensar exclusivamente en mi mismo
Apático, falto de ideas, angustiado.
No tengo nada que decir, nunca, a nadie.”
F.Kafka

El blanco y el negro del mismo sentir... lo básico, lo complejo... lo externo, lo interno... el que busca, el que se esconde... los dos eran genios, ¿cuál tenía razón?
 

“No sé lo que he soñado
en la noche pasada;
Triste muy triste debió ser el sueño,
Pues despierto la angustia me duraba
(...)Triste cosa es el sueño
que llanto nos arranca;
Mas tengo en mi tristeza una alegría...
¡ Sé que aún me quedan lágrimas! “
G.A.B.

“ Probablemente notarás que no duermo desde
hace unas noches. Es simplemente el “miedo”...
Insomnio. Ya la tercera noche seguida.

Me duermo con facilidad
pero despierto transcurrida una hora,

como si hubiera introducido
mi cabeza en el agujero erróneo.
Estoy completamente despierto...

ante mí está de nuevo
el trabajo de dormirme

y me siento rechazado por el sueño...”
F.K.

Dos maneras, dos formas, dos casos... pero siguen siendo polos “opuestos”...
Es como si se nos obligara a declinarnos, a definirnos... desde nuestro interior mismo también se nos pide una decisión...
Pero no tiene porque ser así... más bien somos los jueces, los árbitros de la contienda que acontece en nuestro interior... ¿qué pasa cuando se empata?


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