Ignasi Bosch

Preguntar

El hombre tiene la capacidad de plantearse cuestiones y esa es, en parte, la razón y la causa del supuesto avance. Porque de muchas de las respuestas expuestas nos hemos podido benefi ciar el resto.
De algún sitio aparece la duda y la consiguiente búsqueda de una respuesta.
Pero, de la misma razón, es importante “qué” y “cómo” se formula dicha pregunta, porque existen  innumerables preguntas que, más que aportar, pueden llegar a hacerse perder a uno entre tanto signo
de interrogación.
Buen ejemplo de ello es este escrito. Todas las preguntas que aparecen en el resto del libro están aquí concentradas, y realmente provocan una sensación bastante deprimente y desesperada. Seguro que cada una de ellas aparecieron en momentos concretos, pero sacadas de contexto crean un paisaje bastante desalentador.
La curiosidad es buena, pero tal derroche crea el efecto contrario, le sacan a uno las ganas de ser curioso y preguntón.
Hagamos las preguntas adecuadas, ¿vale?


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