Ignasi Bosch

De Legibus

“salus populi suprema lex esto”.

(Que la salud del pueblo sea la ley suprema. M.Tullius Cicero)

Jonathan Hodges – Traductor simultáneo –

Era a mediados de Abril de 2015, después de estar tres días encerrado en la habitación 220 de un céntrico y lujoso hotel en Berlín, por fin me dejaron salir. Me vinieron a buscar dos tipos que parecían armarios, impecablemente vestidos, con pinganillos en la oreja y gafas oscuras. Me acompañaron hasta un coche que estaba esperando en la puerta con el motor en marcha. Se me sentó un gorila a cada lado sin decir nada. Desde dentro del coche no podía verse el exterior, los cristales eran opacos. El viaje duró un par de horas, dos horas de un silencio casi absoluto, tan sólo el monótono ruido del motor.

Finalmente nos detuvimos. Me hicieron bajar y me llevaron hasta la majestuosa puerta de un impresionante castillo. Aquello era realmente de ensueño no era el tipo de lugar donde solía trabajar, la curiosidad me estaba matando.

Me acompañaron hasta una habitación donde había una mesa enorme con un puñado de papeles encima y un hombre bajito con gafas y mirada caída dijo: – Léaselos y fírmelos, si tiene alguna duda pregúnteme. Le dije que esos mismos papeles me los habían dado un par de días atrás y que ya los había firmado, me insistió en que volviera a hacerlo. Hacían referencia a la confidencialidad y el material reservado de todo cuanto iba a oír. Tanto secretismo me tenía de lo más intrigado.

Al hacer todo lo que me dijeron, dos gorilas distintos me llevaron a mi puesto de trabajo, unos cuatro pisos por debajo del hall. Realmente se habían dejado una fortuna en esas instalaciones.

Los gorilas se sentaron detrás de mí, dentro de la cabina.  El habitáculo no tenía ventanas ni daba a ninguna otra sala. Me puse los auriculares, conecté el micrófono, ajusté los volúmenes y esperé a que empezara la sesión.

-“ Señorías, buenos días. Iniciamos la tercera y última jornada de la cumbre.

 Abre la sesión el doctor Frederik Zimmerman del Instituto Europeo de Antropología. Les ruego respeten el turno de palabra, muchas gracias.”

-“Señorías, después de todo lo dicho en las dos jornadas anteriores voy a exponerles una síntesis de las conclusiones que mis colegas y yo mismo hemos llegado a deliberar los últimos meses.

La evolución humana nos ha hecho lo que somos y debemos mantener los patrones que a lo largo de milenios se han creado. No en vano, un sistema económico y monetario, político y con diversidad de razas y culturas mantenidas en meticuloso equilibrio y pureza, evidentemente en la manera que nos sea posible, son el legado de lo que en realidad somos. Es escandalosa la idea de perder culturas y lenguas milenarias y fisionomías autóctonas. El pretender una sola estirpe, por mezcla que esta fuera, expondría a la humanidad entera a una vulnerabilidad fatal, aparte de perder un legado tan extenso y valioso como la propia humanidad. ¿Quién tiene derecho a decidir borrar algo así?

Está extensamente estudiado que el ser humano sin objetivos ni motivaciones le llevan a conductas depresivas y autodestructivas, de manera que es necesario que se ejerzan  actividades manteniendo las expectativas de mejorar el estatus y la calidad de vida. Por ello, es necesario un sistema económico donde los que más produzcan  adquieran un estatus mayor y gocen de mejores condiciones que los que no. Esa es la mejor manera de mantener en activo las inquietudes y ambiciones de los Arcanos. Imponer un único estatus nos remontaría a épocas pretéritas, y por cierto, todas ellas acabaron con trágicos desenlaces, miremos al futuro señores, no al pasado.

Por desgracia nos costó muchas guerras y muchísimos muertos que la democracia llegara, pero ahora que la tenemos ¿qué clase de humanos seríamos nosotros si pretendiésemos robársela a los Arcanos?, no olvidemos que ellos serán tan humanos como ustedes y como yo. Se lo debemos a ellos y a todos los que murieron por conseguirla.

Cada cultura lleva consigo riqueza y sabiduría, cada lengua es única y cada una expresa el mundo de una manera distinta. Cada pueblo afronta los problemas desde distintos frentes ya que tienen prismas de la realidad distintos. Establecer una sola cultura y lengua, por mezcla que esta sea, reduciría la realidad, y con ella la variedad a la hora de afrontar los problemas que seguro surgirán a lo largo de su camino. Y eso es un riesgo del cual yo, desde luego, no estoy dispuesto a responsabilizarme.

Por lo  tanto, y con esto concluyo, es de extrema importancia que no se cambien ninguno de esos parámetros, pues las consecuencias podrían ser verdaderamente catastróficas. Sería jugar a un juego cuyas reglas son del todo desconocidas y el resultado final del todo incierto y eso, creo, es algo totalmente inaceptable.

Así pues, les invito a reflexionar y les evoco al sentido común del que, de una manera u otra, la evolución nos ha dotado. Una evolución que ha hecho de todos nosotros lo que somos y a la que no podemos dar la espalda nos guste o no, y menos en un momento tan crucial como este. Sinceramente les pido: Seamos sensatos. Muchas gracias.”

-“Muchas gracias doctor Zimmerman, tiene la palabra el doctor Nathan Keuter del Instituto Europeo de Psicología. Cuando usted quiera doctor.”

-“Gracias señoría.

Señorías, el tema en cuestión es sumamente delicado. Creo que lo que estamos debatiendo se sale por completo de los parámetros conocidos. No podemos tratar el problema como si se tratase de una crisis más. Sean totalmente sinceros y contéstense una vital y sencilla pregunta: ¿Qué nos ha aportado la evolución humana en toda su historia sino guerras, pobreza y odio entre pueblos, razas o clases? Recordemos el global de la historia de la civilización, por el momento no sabemos cuanto tiempo deberá permanecer la civilización futura en el Arca y no parece que lo sepamos en un periodo de tiempo cercano. Pero aunque fuera más del que llevamos en este planeta seguiría siendo un hogar provisional, es conveniente recordarlo señorías.

Esta es una oportunidad para empezar de cero, crear una sociedad que iguale y una a los hombres. Una guerra dentro del Arca sí sería del todo catastrófica. Toda la riqueza cultural de las distintas civilizaciones puede perfectamente conservarse en enciclopedias y bases de datos, el legado no se perdería, al contrario, se podría cultivar el respeto y a través del cnocimiento desde la educación, estudiando todas las culturas y restableciendo los valores, si se quiere, los que más bien hicieron a la humanidad desde todos los prismas existentes.

El mantener distintas razas no crearía más que segregación, distinción y división. Además a largo plazo es del todo inevitable que todas las razas acaben por mezclarse, pues si eso ya ha estado pasando en la tierra, el Arca no será más que una tierra de dimensiones más reducidas, es algo inevitable. Y mantener las razas aisladas sería un acto de racismo en su máximo exponente. Por lo tanto partir de la premisa de unificar  sólo supondría partir de un punto más avanzado, evitando de esta manera inevitables enfrentamientos entre distintas razas o linajes. Todos y cada uno de los Arcanos partiría de un punto en común, no de uno que los distanciase. La evolución vista en perspectiva de milenios ya dotará a cada uno de rasgos propios una vez alcanzado el objetivo: Edén. Ése es el verdadero objetivo, no lo olvidemos señorías.

Un sistema financiero crearía otro estigma para los ciudadanos del Arca. Sería otro factor diferencial que crearía desigualdad, por lo consiguiente desacuerdo y conflicto. La competencia financiera en la tierra ha provocado la deforestación casi completa del planeta hasta agotar los recursos naturales, sin mencionar los efectos nocivos que han provocado las macro industrias con la contaminación del aire y el agua. No puede pasar algo así en el Arca. La tierra tiene recursos para combatir esas cosas y a pesar de eso la avaricia humana casi logra acabar con ella, subestimar la naturaleza no es una buena manera de solucionar los problemas. No se puede pretender seguir en esta escala de consumismo caníbal y de derroche gratuito. Cultivar una cultura previsora y no rectificadora sería garantizar durabilidad. Nosotros hemos ido aprendiendo las lecciones tarde, nos hemos basado siempre en abusar y más tarde, en el último momento, tomar medidas. Y los estudios confirman que a la larga sale mucho más caro. Aprendamos de nuestros errores y maduremos.

El sistema político idóneo es un punto en el que mis colegas y yo le hemos dado muchísima vueltas. Es cierto que la democracia, como bien se sabe, es el método menos malo de todos los métodos conocidos, eso es cierto. Pero también sabemos, y señorías seamos sinceros, que la democracia no es para nada un juego limpio. Siempre hay intereses partidistas dispuestos a llegar donde haga falta para alcanzar el poder. El poder corrompe. Estamos hartos de ver cómo las campañas electorales se convierten en una serie de spots publicitarios vendiendo básicamente imagen, poco más, pues al llegar al poder todo el mundo se comporta de la misma forma. Además, es otro factor diferencial donde se crea una jerarquía, y la jerarquía se acaba por mal usar. Se quiera aceptar o no, es así y lo sabemos todos, empezando por nosotros mismos que estamos aquí. Encuentro muy acertado el hecho de ver el periodo de la civilización dentro del Arca como un periodo de gestación de la propia humanidad. La gestación básicamente forma y protege, así veo yo el Arca: un gran vientre materno del futuro.  

La evolución ha hecho de nosotros lo que somos, eso es innegable, pero la evolución también nos ha hecho capaces de verlo y poder rectificar. ¿No es cierto que si se hubieran conocido las consecuencias de muchas de las grandes decisiones que se han tomado a lo largo de la historia, se hubiesen tomado medidas muy distintas?

Sólo les pido que tengan un punto de vista más amplio, que sean capaces de ver la responsabilidad que se nos ha otorgado y que tengan el valor suficiente para cargar con ella. Se nos ha brindado la oportunidad en bandeja de plata para hacer del mundo y la humanidad lo que siempre se dijo que podría llegar a ser, está en nuestras manos señorías y seguramente no habrá nunca más una oportunidad como esta. Entren en lo más hondo de su conciencia y pregúntense si a lo que hemos llegado es realmente digno de admirar. Háganlo y encontrarán la respuesta. Sueñen cómo quisieran que fuese y hagámoslo realidad. Muchas gracias”.

Ese fue mi primer día de una gira de dos semanas, la primera de la larga lista que la sucedió. Al llegar de vuelta al hotel llamé a Donna, no nos permitieron hablar con el exterior antes de la cumbre, era mi primer trabajo lejos de casa y la echaba de menos. Tan sólo le pude contar lo lujoso que era el hotel donde nos hospedábamos y lo increíble que había sido el castillo, le prometí que un día la llevaría a visitarlo. Sólo le pude contar eso porque, prácticamente, sólo habló ella. Me contó los últimos chismes, lo incompetente que era su nueva compañera de la oficina, la riña que tuvo con Karen, su supuesta mejor, y única, amiga; las cortinas y la alfombra a juego que había visto en una tienda y alguna cosa más la cual soy incapaz de recordar. Pero a mí me bastaba con poder hablar con ella, oír su voz. Me dolió un poco su falta de interés hacia mi nuevo trabajo y lo mucho que significaba para mí, pero preferí ese desinterés a que me hubiese reprochado el que tuviésemos que suspender el viaje del fin de semana para visitar a sus padres en Glasgow. De manera que acepté de buen agrado su desinterés y la intenté animar con posibles soluciones a sus “inquietantes” problemas. Supongo que me sentía culpable y fue una manera de eximir esa culpa.

Los dos días posteriores los tuvimos de descanso y nos dejaron dar una pequeña vuelta por la capital germana, siempre con el grupo entero acompañados de algún miembro de seguridad. Éstos eran tipos bastante serios, extremadamente callados y con ojos que parecían no perderse detalle alguno de todo lo que ocurría a su alrededor. Realmente parecía algo desproporcionado, teniendo en cuenta que nosotros no éramos ni importantes ni imprescindibles pero tanta atención casi conseguía hacértelo creer en ocasiones.

Nadie sabía exactamente de dónde venían, si del ejército, de la policía o si de alguna empresa de seguridad privada. Jugábamos a especular con la procedencia de alguno de ellos, era una de las pocas cosas que podíamos hacer para divertirnos un rato, entre nosotros existía una relación distante, estrictamente profesional, no nos conocíamos demasiado y raramente coincidíamos los mismos. Éramos de procedencias muy distintas y nos unía el tener en común a esos personajes tan singulares, eso hacía nuestros largos ratos de espera más agradables y amenos.

Esas dos primeras semanas fuera de casa trabajando a un ritmo tan intenso, viajando de un lado para otro y pasando largos espacios de tiempo encerrado en las habitaciones de los hoteles; se me hicieron particularmente duras. Lo primero que hice al llegar a casa fue agarrar a Donna de la mano e irnos ella y yo a la casa de campo de sus padres en Meigle, en la costa oeste escocesa. Un fin de semana entero, solos, sin nadie más. Era en esos momentos que la notaba más cercana que nunca, más mía que nunca. Dando paseos y explorando caminos inhóspitos de día y jugando a las cartas o resolviendo crucigramas junto al calor del fuego y compartiendo una botella de buen whisky por la noche. En ese contexto nos entendíamos a la perfección, formábamos un buen equipo, no había crucigrama que se nos resistiera.  Pero en el contexto del día a día todo parecía cambiar por completo. Volvíamos a adquirir los roles que por alguna maldita razón nos cubrían la vista y el sentido común y conseguía arrebatarnos cualquier destello de espontaneidad, ilusión y esperanza. Ella se convertía en una persona arisca, ofuscada, superficial y maniática y yo me convertía en un apático conformista, escurridizo y hermético. Nunca llegué a entender esa “virtud” nuestra del transformismo. La cuestión es que poco a poco nuestras escapadas a nuestro “oasis revitalizador” fueron reduciéndose, supongo que por el peso de nuestra realidad más abrumadora y con ello también fue menguando el fuego que nos unió una vez. Al final tan sólo quedaban las cenizas de lo que fue y nos limitábamos a cumplir el ritual protocolario en cuanto disponía de unos días de descanso.

Aguantamos esa situación algunos años, se nos escurría el tiempo entre riñas y silencios. Después de algunas crisis y de llegar a plantearnos seriamente el divorcio, decidimos centrar nuestros escasos esfuerzos en algo menos egoísta e intentar construir algo conjuntamente, algo que nos uniera. Decidimos tener un hijo.

Cuando nos casamos lo habíamos hablado y los dos estábamos de acuerdo en que no queríamos atarnos a nada estático, para así poder viajar, escaparnos o cambiar de hogar o país en cuanto nos pareciera oportuno y un hijo era algo así como una ancla que te fijaba e inmovilizaba. Pero ya no había ningún sitio a donde escapar, ni países donde poder viajar, ni por tiempo ni por ganas así que no tenía sentido oponerse por tales razones a algo que parecía ser cada día de mayor urgencia, sobretodo por su parte. Donna estaba viendo cómo se le pasaban los años y quería, necesitaba, sentirse realizada. La vi tan ilusionada con ello que también me pareció una buena idea a pesar de todo.

Los primeros años junto al pequeño Eric parecieron una inyección de salud entre nosotros. Volvíamos a hablar y estábamos colaborando juntos para una causa superior. Ya poco importaban los caprichos o manías de ninguno de los dos, estaba ese cachito de carne que te miraba y sonreía y eso bien merecía la pena cualquier esfuerzo, yo ponía todo mi empeño en ello.

Al cabo de unos años, poco a poco, fue resurgiendo la situación anterior emergiendo de lo profundo todo aquello que enterramos para poder dar lo mejor de cada uno por el bien común.

Algo no acababa de funcionar entre nosotros, la distancia se fue agrandando. Ambos lo veíamos pero ninguno de los dos era capaz de hacer nada al respecto, se nos escapaba de las manos irremediablemente. Ya sólo nos mantenía juntos Eric.

A medida que él crecía nos resultaba más difícil e incómodo disimular nuestra incapacidad para estar juntos, nuestros intentos para comunicarnos eran estériles.

Fue entonces cuando empecé a ir con otras mujeres, para huir de lo que sabía que me estaba esperando a mi regreso a casa. Por fortuna o por desgracia mi trabajo me prestaba una coartada perfecta. Fue entonces cuando conocí a Ivonne.

Ivonne trabajaba en uno de los hoteles en el que nos alojábamos habitualmente en París. Nos habíamos cruzado las miradas en alguna ocasión pero nunca nos habíamos dirigido la palabra. En una ocasión hubo una nevada monumental en la capital francesa, apenas podía verse más allá de tres pasos, yo me había despistado y llegaba tarde. Corriendo por la acera cubierta de hielo justo en frente del hotel resbalé en el momento que ella salía, la atropellé literalmente y allí empezó todo.

Era una mujer de espíritu joven, divertida, inteligente; sin prejuicios y apasionada, la total antítesis de en lo que se había convertido Donna. Volví a sentir esa ilusión por estar con alguien, por hablar con esa persona que tanto me aportaba con su simple presencia. 

Demoraba al máximo mi regreso, algunos días de descanso me servían para visitar a Ivonne y pasar algún tiempo a su lado. Con ella me sentía más joven, más libre, más yo, era una persona que irradiaba paz y tranquilidad y conseguía contagiártela. Al poco de estar con ella le conté mi situación, no aguantaba el hecho de estar ocultándole algo así.  Me aseguró comprenderlo perfectamente y que no cambiaba nada, que yo ya era mayorcito para llevar mis asuntos, que ella se sentía a gusto y disfrutaba de cada momento como si fuese el último. Eso me conmocionó, me desarmó por completo e hizo que me acabase de enamorar del todo. 

Mantuve esta situación un par de años hasta que se lo conté a Donna. No esperaba que lo entendiese y no me equivoqué. En pleno arrebato de ira me lanzó todo cuanto tenía a mano, yo mientras esquivaba como podía los objetos que se abalanzaban sobre mí iba pensando que en breve todo habría acabado. En el divorcio perdí la casa y el coche pero sigo pensando que salí ganando. Respeté la decisión de Donna respecto a la custodia de Eric, pero tuve que negociar el régimen de visitas pues ella pretendía no dejármelo ver. Por ahí no estaba dispuesto a pasar, no podía permitir que el chico pagara nuestra incompetencia.

Cuando acabó todo me casé con Ivonne. Por fin vinieron unos tiempos felices de un sosiego revelador. Había estado media vida ahogándome en un charco de barro sin darme ni cuenta. A la que salí de él y observé lo que me esperaba fuera, fue como descubrir la vida de nuevo. Ivonne es mucho más independiente y comprensiva, mucho menos exigente e inquisidora, realmente es sencillo convivir con ella, lo pone todo mucho más fácil de una manera natural. Parece entender siempre la situación y hacer o decir lo más sensato, respeta mi intimidad y no pregunta respecto a mi trabajo, cosa que tenemos tajantemente prohibido, aunque de vez en cuando se me ha escapado algún cotilleo referente a algún mandatario o “pez gordo”.

Incluso llegó a hacerse muy amiga de Eric, cosa que me encanta, hacen un gran equipo. Siempre se ponen de acuerdo en qué película ir a ver o qué actividad realizar. Ella tiene un don con la gente. Eric, con el tiempo, a medida que iba creciendo, la llegó a querer no como una madre pero sí como una buena amiga, que casi es mejor.

Eric cada vez quería pasar más tiempo con nosotros, se lo pasaba en grande y Donna iba perdiendo el control de éste e iba cediendo para no perderlo, cosa que hizo que pasara más tiempo del acordado con nosotros.

El trabajo seguía tan intenso, aunque cada día tenía más ganas de dedicarme a algo más

cercano y tranquilo, a algo menos movido que me permitiera pasar más tiempo con las dos personas que más quería. Ya había presentado la solicitud de traslado de departamento y procuraba escaquearme de los viajes más largos y duros.

Mi último destino fue Estocolmo, el procedimiento fue el habitual. Tenía ganas de conocer esa ciudad que se percibía tan tranquila y apacible. Desde la ventana de mi habitación se observaba una vista espléndida. Parecía una ciudad de algún mundo fantástico, una especie de ciudad flotante rodeada casi por completo por ríos de nombres impronunciables y con un montón de pequeñas islas interconectadas por puentes y carreteras. En una de esas pequeñas islas, de nombre igualmente imposible de recordar ni articular, es donde tuvo lugar la siguiente ponencia, nada menos que en el Riksdag, el parlamento de Suecia.

Pero no se nos permitió ningún contacto, previo a la cumbre, con el exterior como era habitual. Por fortuna, en esta ocasión, tan sólo estuve un día encerrado. Echado en la cama pulsando compulsivamente los botones del mando a distancia del televisor hasta acabar rendido de aburrimiento, pensando en las ganas que tenía de volver a casa para ver qué me tenían preparado Ivonne y Eric, las fiestas de bienvenida han sido siempre memorables.

Mismo protocolo: Llamada, gorilas, gafas oscuras, coche esperando. Aunque esta vez el viaje duró tan sólo unos pocos minutos hasta llegar al edificio parlamentario. Firmar papeles, sala, auriculares, listo.

-“Buenos días señorías, hoy se expondrán las medidas cautelares previstas para toda actividad externa al Proyecto. Lo que llamamos “Logística de Prevención”, integrado en el programa base del -Proyecto A-. Una vez acabada la exposición habrá un turno de  preguntas y sugerencias, les ruego aprieten el pulsador y dispondrán de un minuto para su exposición en cuanto se les otorgue la palabra. Muchas gracias.

Tiene la palabra el muy honorable Sr. Anselm Wagner, director general de la EIA(European Intelligence Agency)

-“Buenos días a todos, primero de todo agradecerles su presencia hoy aquí, me consta que muchos de ustedes llevan las últimas semanas trabajando a un ritmo frenético sin apenas dormir, y eso es de respetar, admirar y agradecer. Con lo cual procuraré ser breve.

Los incontables equipos de expertos están elaborando y desarrollando los diseños que nos servirán para confeccionar los distintos programas de los que consta el Proyecto. Cada equipo se centra en tareas específicas, cada equipo tiene unos objetivos estipulados a los cuales debe llegar con recursos casi ilimitados pero tiempo restringido. Evidentemente eso no les inhibe de una gran presión y de una extrema responsabilidad y estoy seguro que todos los aquí presentes depositamos una fe incondicional hacia sus conocimientos y su competencia.

De la misma manera todos ellos depositan en nosotros su confianza para que ejecutemos nuestra tarea, y esta, no está tan delimitada ni tiene unos objetivos tan definidos. Nuestra labor seguramente sea la que quede más remota del objetivo final, pero a su vez, es la espina dorsal sobre la que descansa el Proyecto entero.     

El objetivo prioritario de nuestro programa es facilitar al máximo la tarea de todos los equipos y eso pasa por gestionar dos puntos: Los recursos y el conocimiento.

La estrategia que usemos en cada uno de esos puntos puede ser de crucial importancia, un percance en cualquiera de ambos  podría arruinar el Proyecto entero y, como comprenderán, eso no puede ocurrir. Nuestra misión es precisamente evitar que eso ocurra.

A continuación les voy a exponer las medidas y contramedidas que hemos diseñado, junto a especialistas de distintas disciplinas, para cada uno de los puntos:

Punto uno:

-Los recursos han sido, desde siempre, el punto estratégico a partir del cual ha circundado toda actividad humana. Básicamente la energía, ya sea esta en forma de alimento, agua, petróleo, gas o cualquier otra; ha sido el eje sobre el cual siempre se ha basado el crecimiento. En un mundo competitivo, quien no crece, perece.

Para el desarrollo de la mayoría de los programas, lógicamente, la energía es pieza fundamental y esta no puede estar supeditada al frágil y voraz mecanismo del mercado ya que debemos priorizar la energía a favor del Proyecto, como comprenderán. Con lo cual se seguirán distintas estrategias a modo de garantizarlo. Se estudiará cada caso individualmente para tomar la medida que cause menos alteración y desperfecto en la sociedad civil, en la medida que nos sea posible, obviamente. Se están desarrollando distintas alternativas energéticas de nueva generación, pero eso requiere de un periodo de tiempo considerable para conseguir unos resultados fiables.

Mientras tanto se instará a las mayores empresas energéticas a colaborar a cambio de concesiones en la participación al Proyecto, siempre y cuando no reclamen demandas abusivas ni utilicen estrategias sospechosas. Para ello habrá un equipo de vigilancia permanente a las actividades de dichas empresas y en caso del no cumplimiento se procederá, por la fuerza si es necesario, a su adquisición por parte de una empresa creada especialmente para la ocasión controlada por expertos del Proyecto.

Se persuadirá a las industrias y compañías a un menor consumo  a cambio de beneficios fiscales y licencias de exclusividad, pudiendo recurrir, también, a la expropiación en caso del no cumplimiento de las peticiones.

Ambos casos tendrán una repercusión en la sociedad civil, es evidente, pero la consecuencia prevista es que se experimente un simple y ligero retroceso en el consumo y erradicar el derroche de los recursos.

Tienen la información de los primeros objetivos y del protocolo de las negociaciones en el dossier que les hemos facilitado.

Punto dos:

-El conocimiento, esa herramienta que nos otorga la capacidad para desarrollar y mejorar nuestro entorno a la vez que nos permite encontrar la manera de conseguir nuestros propósitos. En la situación en la que nos encontramos, el conocimiento es un arma de doble filo. Por una parte necesitamos de los más prodigiosos avances, requerimos mentes privilegiadas que hurguen en lo más hondo de sus posibilidades para obtener mejoras y optimizar los equipos de los que disponemos y desarrollar las que necesitaremos. Pero por la otra nos encontramos en la situación de que no podemos dejar todo ese potencial ni a la deriva, ni al alcance de cualquiera, teniendo en cuenta el momento crítico por el que estamos atravesando. Cualquier mente malintencionada y perversa podría causar una verdadera tragedia. Existen riesgos inadmisibles a los que quedaríamos expuestos, y entenderán que, ese riesgo no lo podemos consentir. Es por ello que se ha diseñado el programa ETI, para prevenir riesgos a corto, medio y largo plazo.

ETI son las iniciales de Educación, Tecnología e Información.

-La manera de prevenir riesgos a largo plazo es interviniendo en la raíz, o mejor dicho, en la semilla. Y eso pasa por mediar y arbitrar en la educación. Es indispensable formar las mentes que ayudarán a evolucionar el Proyecto de manera óptima y eficaz, pero no nos podemos permitir colaborar en dotar con el conocimiento a individuos que puedan echarlo por la borda. De modo que se creará un programa educativo en las distintas fases de la formación a modo de seleccionar los más capacitados, creando así una selección previa y separar a los futuros colaboradores del Proyecto del resto. La instrucción utilizada estará basada en los últimos avances en modelos de pedagogía conductista e ingeniería social a modo de garantizar las respuestas planificadas.

-Los riesgos a medio plazo a los que estamos expuestos vienen desde distintos frentes, pero todos se nutren y utilizan el mismo medio: la tecnología. No podemos estar expuestos a masivas campañas conspiratórias o a movilizaciones populares orquestadas y coordinadas desde distintos puntos del planeta. Debemos tener el control de ello y eso empieza por restringir el acceso y revisar los contenidos. Desde la red hasta las telecomunicaciones, no nos podemos permitir que haya más de diez mil millones de cámaras moviéndose por el mundo y que cualquier evento se pueda llegar a extender como un virus letal. El sector de la tecnología ha sido uno de los más fuertes en el mercado de valores en las últimas décadas. Es un sector potente y poderoso. Las medidas que tomaremos serán las mismas que usaremos con el sector energético, procurar el buen uso en beneficio del Proyecto. La sociedad civil experimentará un cierto retroceso tecnológico pero la raza humana como tal seguirá avanzando por el bien común.

-A corto plazo nos encontramos con la información más directa. Controlando esta primera línea de fuego evitaremos el “contagio”, es decir, medios de comunicación, colaboradores del proyecto, radiotelescopios y centros científicos externos etc. Recuerden que todos nosotros hemos firmado una serie de cláusulas, la mayoría de ellas referentes a temas de confidencialidad pero también a temas de privacidad.

Se ha creado un servicio secreto del Proyecto, un cuerpo de élite semi-autónomo con licencia ilimitada para garantizar la hermeticidad de toda información confidencial, reciben el nombre en clave de Arcángeles.

Hemos diseñado una graduación con los distintos niveles de seguridad a modo de tener una escala consensuada donde se presente el nivel de riesgo al que nos somete un objetivo en particular.

La graduación se expone de la siguiente manera:

Usamos dos variables, una en base numérica y la otra alfabética. La numérica se comprende del 1 al 10 y nos muestra el nivel de seguridad al que se ha accedido, siendo el 10 una persona civil sin información ni conocimiento y 1 haber tenido acceso al Proyecto entero. La variable alfabética hace referencia a lo cerca que se está de dicha información, siendo A el conocedor en primera persona, B posibles confidentes, C externos con algún tipo de contacto etc.

Los niveles de riesgo potencialmente peligrosos se someterán a vigilancias e investigaciones a modo de asegurar que no existen fisuras ni vías en la estructura del organigrama.

Ya está puesto en marcha un dispositivo experimental para contrastar resultados.

Por el momento eso es todo, si alguien tiene alguna pregunta o sugerencia, que lo comunique. Muchas gracias por su atención.”

Dos días después en el avión de camino a casa no he podido evitar tener en la cabeza la exposición del Sr. Wagner. Esto es algo realmente gordo, no me había percatado realmente de su magnitud hasta ese momento. La mayoría de conferencias y cumbres en las que he trabajado se efectuaban entre tecnicismos científicos o conceptos políticos, pero esto va más allá. Estaban hablando de implantar un régimen totalitario camuflado. Me he pasado los últimos quince años de mi vida colaborando con unos fanáticos fascistas sin darme cuenta, metido en mis quebraderos de cabeza sumergido en mi infierno personal evadiéndome del mundo. Pero ahora soy feliz, tengo una vida que me gusta, gente a quien quiero y con los que me siento querido. ¿Qué tipo de mundo le espera a Eric? ¿cómo podré permanecer al lado de Ivonne sabiendo todo esto sin intentar hacer nada al respecto? Es el momento de dejarlo e intentar salir adelante, de intentarlo por otro camino mientras no sea demasiado tarde.

Al llegar al aeropuerto he cogido un taxi y lo primero que he hecho ha sido pasar por el hotel para hablar con Ivonne, me ha visto exaltado y se ha asustado un poco, pero me ha tranquilizado. Hemos quedado en que yo pase a buscar a Eric, haga las maletas y ella se reunirá con nosotros cuando salga del trabajo. Pero está tardando mucho y me tiene preocupado, lo mejor será que la pasemos a recoger por el hotel sin perder más tiempo, ya no puedo esperar más.

Jonathan Hodges, Sábado 26 de Noviembre de 2033


Proyecto Nuevo Génesis - Parte I: La Tierra: